El inicio del ciclo lectivo 2020 a nivel nacional se vio marcado por la irrupción de la pandemia del Coronavirus (COVID19) con la correlativa sanción de emergencia sanitaria, la suspensión de clases presenciales el 14 de marzo (a sólo dos semanas del comienzo) y el establecimiento del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) pocos días después.

Este contexto imprevisto y excepcional nos enfrenta a constantes desafíos en nuestro trabajo; repensando nuestra tarea diaria para contribuir de la mejor manera en esta crisis sin precedente, pero con la misma misión de siempre: mejorar la calidad educativa de estudiantes en situación de vulnerabilidad social, fortaleciendo sus trayectorias escolares. 

Como primera medida entonces – y durante la primera etapa de ASPO – nos pusimos en contacto con la comunidad de José León Suárez, a fin de relevar la situación particular de cada familia y la necesidad de apoyo a la situación educativa de los/as chicos/as. 

 

A través de una encuesta constatamos que:

  1. En la gran mayoría de los casos (70%), las familias cuentan con el celular como principal medio de comunicación y consulta; siendo minoritaria la presencia de computadoras (18%). Además, hay un 12% que no cuenta con ningún medio y sólo puede recibir actividades impresas los días que se acercan a las escuelas para retirar las canastas alimentarias. 
  2. En el 65% de los casos, el acceso a Internet es a través del celular (uso de datos) mientras que la minoría cuenta con servicio de Internet. 
  3. El 95% de las familias afirma recibir actividades por parte de la escuela: tanto los cuadernillos lanzados a nivel nacional Seguimos Educando, como propuestas propias de los/las docentes de cada grado. 
  4. Toda la comunidad se mostró interesada en continuar virtual y telefónicamente con el espacio de apoyo a la escolaridad para resolver tareas de la escuela y supervisión en lo trabajado en casa. 
  5. En el 72% de los casos, el/la adulto/a referente del estudiante no ha terminado la escolaridad básica (cuenta con primaria y/o secundaria incompleta). 

 

Propuesta inicial

A partir del interés manifestado de continuar con la tarea de apoyo a la escolaridad, optamos por adaptar nuestro material didáctico para hacerlo llegar a las familias de manera tal que pudiera ser resuelto desde el celular: con formularios y encuestas online.  

La primera semana de abril, realizamos el primer envío de actividades, con escasa respuesta de la comunidad. Si bien en algunos casos manifestaron problemas de conectividad, en otros casos no obtuvimos respuesta o resolvieron parcialmente las actividades enviadas. 

 

Reformulación de la propuesta

Frente a esta situación, decidimos revisar nuevamente la estrategia con el equipo, en un contexto que ya había cambiado: se decretó la extensión del ASPO y el retorno a las aulas se estableció como una de las últimas actividades a reactivar, sin fecha prevista en el corto plazo.

De esta manera, se tomó como prioridad colaborar con la continuidad del trabajo pedagógico que se viene haciendo desde las escuelas y no enviar material de trabajo propio, a modo de no sobrecargar a la familia con más responsabilidad. Entendimos necesario acompañar a la familia en la tarea de asegurar la continuidad pedagógica en el hogar, poniendo a su disposición herramientas y recursos, dada la la falta de conectividad para sostener un diálogo fluido con la escuela, el menor capital cultural de los/as adultos/as para acompañar las tareas escolares, y – en muchos casos – la falta de rutinas y hábitos de estudio en el hogar.    

Desde EyC creemos fundamental garantizar la continuidad educativa pues, de lo contrario, el ASPO solo puede agrandar la grieta educativa por nivel socio-económico ya existente. A través de Sesiones de Acompañamiento Familiar buscamos tender puentes con las familias que más dificultades presentan para evitar que la suspensión temporaria de las clases implique una interrupción del aprendizaje y desvinculación de la escuela. 

 

La propuesta EyC ante el ASPO

Objetivo general: Nos proponemos acompañar a la familia para facilitar el proceso pedagógico en el hogar, poniendo a su disposición herramientas y recursos.

Objetivos específicos:

OE1:  Alianza escuela-familia: tender puentes con las familias que más dificultades presentan para evitar que la suspensión temporaria de las clases implique una interrupción del aprendizaje y desvinculación de la escuela.  

OE2: Apoyar la trayectoria educativa de los estudiantes: colaborar con la continuidad del trabajo pedagógico que se viene haciendo desde las escuelas; entendiendo las mayores dificultades que presentan las familias en situación de vulnerabilidad en este contexto. Asegurar aprendizajes de competencias mínimas para los/las estudiantes. 

OE3: Replicar: Contribuir a fortalecer una red de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a acompañar la trayectoria educativa de niños/as de contextos vulnerables en el marco de la Red de Apoyo Escolar de CABA y otras redes, que hoy se ven severamente afectadas por el ASPO.

 

¿Por qué trabajaremos con la familia como destinatario principal? 

Beneficios en lo inmediato

En una situación de escolaridad normal, el trabajo en el aula se da por y a través de la guía del/la docente. Los estudiantes no aprenden de manera aislada e individual; es necesaria la interacción con otro/s y especialmente la explicación y reflexión guiada en el aprendizaje de nuevos saberes o contenidos. En este sentido, es difícil pensar que los/as estudiantes puedan resolver todas las tareas que se envían de la escuela de manera autónoma, sin el acompañamiento de otra persona que pueda guiar ese proceso.  

Esto se vio reflejado en la encuesta suministrada por EyC: la totalidad de la población encuestada manifiesta que sólo en algunos casos o ejercicios puntuales, los/as estudiantes pueden resolver de manera autónoma la tarea; mientras que es prácticamente siempre con la compañía de otro/a adulto/a de la familia que pueden llevar adelante lo que la escuela propone. 

Ahora bien, en un contexto en el que – como evidenciamos anteriormente – la mayoría de los adultos referentes no cuentan con su trayectoria escolar completa, se hace aún más necesario dar soporte a los adultos en la tarea de acompañar a sus hijos. 

Beneficios a largo plazo:

Si bien el contexto familiar no determina el aprendizaje, sí puede condicionarlos. Contar con la familia como aliada en la trayectoria escolar del niño/a ha demostrado tener una correlación positiva con los logros educativos. A través de la propuesta, entonces, EyC busca consolidar la alianza escuela-familia a fin de contribuir a los factores que facilitan mejor desempeño escolar. 

Acciones: Sesiones de acompañamiento familiar para resolver dificultades diarias que se presentan en el trabajo escolar. 

Metodología: Llamados diarios o semanales (dependiendo de la demanda / necesidad) con los/as adultos/as responsables, de una hora, para trabajar, estructuradamente, sobre 4 áreas de acción:

  • Organización del espacio
  • Emociones
  • Contenido curricular
  • Metacognición

Resultados inmediatos: entre el lunes 30 de marzo y el miércoles 29 de abril:

  • Se encuestaron 39 familias
  • Se acordó mantener Sesiones de Acompañamiento Familiar con 63 familias
  • Se llevaron a cabo 210 Sesiones de Acompañamiento Familiar 
  • Se realizaron 2 encuentros con organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la educación para compartir experiencias

 

En EyC confiamos y creemos que siempre es posible aprender, si la enseñanza es apropiada y se adecúa al contexto. Sabemos que este contexto está aún más lejos de ser el ideal, pero decidimos transitar este camino que nos interpela a buscar nuevas alternativas para sostener el vínculo con nuestra comunidad y garantizar el cumplimiento del derecho a la educación de nuestros/as niños/as.  

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